Salud mental: el trabajo, ¿causante o aliado?

REDACCIÓN INTERNACIONAL.– El trabajo es uno de los grandes ámbitos de prevención del deterioro de la salud mental, un aliado, pero también puede ser la fuente de un trastorno. Expertos consultados abordan la pieza clave que supone el entorno laboral y piden que las empresas no solo evalúen la salud física de los trabajadores, también la mental para ayudar a la detección precoz.
Cada 10 de octubre se conmemora el Día de la Salud Mental, promovido por la Federación Mundial de la Salud Mental, que centra este año el interés en el trabajo, ya que junto con el colegio y la familia suelen ser los espacios desde donde se pueden ayudar a prevenir los trastornos mentales.
Desde la pandemia, las bajas laborales por trastornos mentales comunes, como la ansiedad o la depresión, “han aumentado muchísimo”, recuerdan los presidentes de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM) y la Confederación Salud Mental España, Manuel Martín y Nel González, respectivamente.
Los riesgos para la salud mental en el trabajo dependen mucho de la naturaleza de este, ya que hay entornos más complicados, pero también de las personas, porque las hay que son más vulnerables, explica el presidente de la SEPSM.
“Es una combinación de las dos cosas”, afirma Martín. Juegan factores tales como el puesto de trabajo, el salario, las condiciones, la organización o la carga laboral. Pero también la comunicación, la equidad, o la motivación de la persona con el grupo, entre otras.
Evaluación de la salud psicológica en el trabajo
El hecho de que el trabajo en ocasiones sea “la fuente” del trastorno mental, hace que Nel González haga una llamada de atención porque considera que es una cuestión no solo de las personas, también de las empresas.
Desde la organización que preside González reclaman que en la ley de prevención de riesgos laborales se incluya que así como la empresa ofrece un reconocimiento médico a los trabajadores, éste contemple también una evaluación de su salud mental, no solo de la física.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que para prevenir los problemas de salud mental hay que “gestionar los riesgos psicosociales en el lugar de trabajo” y recomienda que los empleadores lo hagan mediante la implementación de intervenciones institucionales directamente dirigidas a las condiciones y los entornos de trabajo.
Entre esas intervenciones la OMS incluye, por ejemplo, la facilitación de modalidades de trabajo flexibles o la implementación de marcos para hacer frente a la violencia y el acoso en el trabajo.
González incide en que es crucial que el trabajador se encuentre bien en su puesto. En este sentido indica que está demostrado que los trabajadores que tienen un buen ambiente de trabajo y se sienten considerados aumentan su rendimiento.
“Por eso las empresas deben de empezar a preocuparse también de ello y no solamente de contabilizar las bajas laborales, que a veces esas bajas se deben a la escasa atención al bienestar de la gente”, abunda González.
La OMS resalta que los entornos laborales “deficientes” que dan cabida, entre otros, a la discriminación y la desigualdad, las cargas de trabajo excesivas, el control insuficiente del trabajo y la inseguridad laboral, “representan un riesgo para la salud mental”.